En sexto grado aparece como contenido la construcción de la sexualidad en el marco del proyecto de vida personal, contenido que enmarcado en una didáctica crítica impone el desafío de contribuir a «que el alumno pueda aproximarse al conocimiento de la realidad social como sujeto con posibilidad de elección y capacidad de transformación» (ANEP. CEIP, 2009:104).
El primer concepto clave es el de “construcción” de la sexualidad, entendiéndola así como una realidad que emerge de un sistema social en el que los participantes se “acomodan” a un modelo que los diferentes agentes de socialización van orientando.
El desafío era que los chicos concibieran la sexualidad como una construcción social. De esta manera se introducen la asignación de género y la identidad sexual como parte del proceso de construcción de la sexualidad mediante las diferentes propuestas.
La educación sexual debe ser encarada teniendo siempre presente el principio de laicidad, es decir, con el mayor respeto por las ideas filosóficas, religiosas o de otro tipo, así como promoviendo el acceso a la información, el pensamiento crítico, la pluralidad de opiniones, que les permita a nuestros niños tomar decisiones donde los aportes de cada persona den sentido al colectivo.
Los docentes debemos desarrollar una perspectiva de derechos, que implica una práctica continua y sistemática que impulse valores integrados a los deberes y derechos, en la construcción de la sana convivencia. Implica además ayudar al educando a identificar los valores morales en juego para poder construir un proyecto de vida sana, dejando de lado aquel antiguo concepto de salud como ausencia de enfermedad.
En la actualidad, se presenta como una necesidad el dar un vuelco a la enseñanza de los contenidos geográficos, pasando de una enseñanza descriptiva, enumerativa, enciclopédica y descontextualizada con las problemáticas reales de la comunidad, donde prima la promoción de lo memorístico y repetitivo, a una enseñanza que deje al desnudo cuestiones como la dependencia y la sumisión, las graves problemáticas socioterritoriales, las rápidas transformaciones territoriales, y promueva la reflexión y un verdadero compromiso hacia lo social.
Se pretende una enseñanza crítica o democrática que permita una visión global de la realidad social, introducir la perspectiva histórica en el análisis de las dinámicas territoriales, adoptar una actitud crítica hacia la injusticia y la desigualdad en las sociedades actuales, incluir a todos aquellos grupos tradicionalmente omitidos en los análisis científicos (minorías étnicas, mujeres, homosexuales, etc.), educar en el respeto por las diferencias y estimular el conocimiento de la propia identidad.
En pocas palabras, se habla de una educación para la libertad, para el (auto y co) conocimiento, para la reflexión, para la acción, para la vida.
Este artículo tiene la finalidad de mostrar, a través de la planificación de un proyecto sobre la esclavitud, que el método es un contenido de enseñanza fundamental en el área de Ciencias Sociales, y uno de los aspectos centrales es la forma en la que se produce el conocimiento a enseñar.
Por otro lado, el proyecto fue planificado para trabajar con alumnos de Nivel 5 años, primero y segundo, lo cual permite ver como es posible introducir el concepto de esclavitud en los primeros grados realizando una propuesta de taller a nivel de Primer Ciclo.
El abordaje de dicho concepto con los alumnos más pequeños ofrece la posibilidad de trascender el tradicional estudio que se realiza con ellos, en el que se muestra al esclavo solamente como un vendedor ambulante. Se trata de ir más allá de lo anecdótico, buscando una “puerta de entrada” distinta para el conocimiento y la comprensión de lo social trabajando, con inicial y primer nivel, aspectos que forman parte de lo desconocido, lejano, complejo y abstracto.
Considerar el método como contenido de enseñanza permite que los alumnos entiendan el conocimiento social como algo abierto, provisorio, complejo, en permanente construcción; también incrementa las capacidades de los niños a la hora de formular preguntas, buscar evidencias y evaluar interpretaciones con el uso de diferentes fuentes.
Realizada la evaluación semestral de junio, se obtuvieron diferentes resultados en el desempeño de los niños respecto a contenidos sobre “Magnitudes y Medida” (Área del Conocimiento Matemático- en Nivel Cinco años). Se trabajó con las pautas aportadas por la Inspección Nacional de Educación Inicial, pensando así la evaluación con el propósito de que fuera significativa
tanto para los niños como para mi quehacer docente. Se analizaron los datos obtenidos, tratando de visualizar el proceso de aprendizaje que transita cada niño y los niveles de desempeño del grupo para poder planificar nuevas estrategias de enseñanza y profundizar el abordaje de los contenidos. Se comparten las estrategias de enseñanza empleadas.
Abordar contenidos de Química con niños parece ser uno de los grandes desafíos que se les presentan a los maestros en la escuela. A más de cuatro años de su inclusión explícita en el programa escolar, la Química continúa siendo una de las disciplinas menos frecuentadas por los maestros en las aulas, a la hora de trabajar en el Área del Conocimiento de la Naturaleza.
Esta disciplina encierra en sí misma una complejidad inherente a los conceptos que en ella se manejan. Los mismos requieren un cierto nivel de abstracción, lo cual hace que la transposición sea una ardua tarea; la no visibilidad de varios de los objetos que trata, así como el análisis desde un nivel micro que muchas veces requiere su comprensión, le otorgan un grado aún mayor de dificultad y de resistencia.
Su enseñanza suele ofrecer dificultades pero, al mismo tiempo, encierra en sí misma una especie de “magia”. Trabajar con ella le permite al niño descubrir y dar explicaciones a situaciones para las que nunca encontró una respuesta, cuestiones a las cuales el niño se enfrenta sin que surja en él un “por qué”. Existe una especie de naturalización de ciertos fenómenos que parecen sorprendernos cuando experimentamos en la escuela, pero que pasan desapercibidos en la vida cotidiana; la secuencia pretendió ser una invitación para que los alumnos se pudieran maravillar con lo cotidiano y comenzaran a investigar.
Parte de este artículo fue publicado en: ROSTAN, Elina (comp.) (2011): Enseñanza de las Ciencias Sociales II. Conceptos y gestión de las fuentes de información. Montevideo: Ed. Camus.
La explicitación y puesta en práctica de la “indagación” como forma de construcción de conocimiento social resulta un contenido fundamental en la enseñanza de las Ciencias Sociales.
El área de Ciencias Sociales en el ámbito de enseñanza se caracteriza no solamente por cierta información y conceptos que estructuran el sentido de dicha información, sino que también la modalidad de construcción de este conocimiento específico resulta un aspecto central. Es decir que es necesario entender que la forma como se produce el conocimiento a enseñar es también un contenido.
La búsqueda de información, la realización de inferencias, el establecimiento de diferencias entre las descripción y explicación, la reflexión sobre la lectura e interpretación de la fuente, son momentos que permiten acercar a los alumnos a la producción y al relativismo del conocimiento social.
Se aportan situaciones que implican trabajar con los alumnos desde una perspectiva de metaconocimiento. Esto significa preguntarse, por ejemplo, qué información tendremos que buscar, para qué, cuál será relevante de registrar, qué preguntas nos quedan sin contestar, qué otras fuentes podrán contestarlas. Así, la información que se maneja en clase no aparece como algo “arbitrario” proporcionado por el docente, sino que es posible darle un sentido en relación a la búsqueda de respuestas y evidencias para el problema planteado. Esto también permite involucrar al alumno en cómo
se produce la construcción de conocimiento y cómo la búsqueda de información tiene como objetivo explicar y comprender el tema o problema planteado.
A partir del emergente de la Copa América, se realiza una adaptación curricular, con la que aborda el concepto migraciones, dentro del contenido la geopolítica de la población de geografía.
Se planteó este tópico, con el propósito de que los alumnos comprendan e interpreten las migraciones a partir de la interpretación de la información y el uso de recursos cartográficos.
Proyecto que es parte de una Memoria de Grado llevada a cabo en el Instituto de Formación Docente de San José, con la orientación de la Profesora y Licenciada en Ciencias de la Educación Marta Reyes Roquero.
Se presenta una secuencia didáctica que articula la enseñanza de los contenidos de las distintas áreas del conocimiento con la música, que surge a a partir de la investigación-acción.
Existe una marcada controversia en relación al sentido de la lectura en el momento de organizar las propuestas de enseñanza en el área de las ciencias naturales. ¿Qué justifica leer en ciencias? ¿Se entiende la lectura como un procedimiento propio de la metodología científica? ¿Por qué no se comprende el contenido de los textos de estudio? ¿Se conocen las características de estos textos? ¿Se entiende que dentro de esas características algunas se vuelven obstáculos que dificultan el proceso inferencial? Cuestiones como las planteadas guían el debate en relación a este tema. En este artículo se tiene la intención de generar algunas respuestas a modo de antesala de una necesaria discusión colectiva a nivel de enseñantes.
Estamos convencidos del compromiso que tenemos los docentes de ayudar a construir nuevas comprensiones del mundo a partir de los textos. Ya en los dos primeros niveles es posible generar situaciones en las que, mientras se enseñan contenidos específicos de un área, se enseña a los alumnos a leer para aprender sobre un tema. El proceso de lectura no se puede hacer solo. Se acompaña al alumno en el aprendizaje del código escrito, de decodificación, pero luego, en aras de la autonomía, se lo abandona para que continúe el proceso en soledad. Hoy sabemos que para formar lectores autónomos en cualquier área es preciso un intenso acompañamiento de los docentes, quienes promoverán situaciones didácticas específicas para ello.
Las prácticas de lectura que propiciemos, los textos que seleccionemos y el desarrollo de habilidades lingüísticas serán de mucha ayuda para que los alumnos puedan comprender textos de Ciencias Sociales y para que, poco a poco, puedan hacerlo solos. Son ello quizás podamos avanzar un paso más allá formando seres alfabetizados, capaces de alcanzar sus objetivos, desarrollar sus conocimientos y potencialidades, además de participar plenamente en la sociedad.