La pregunta que titula este artículo es bastante frecuente entre maestros. En varias oportunidades (en jornadas con maestros, en conversaciones
de pasillo o en charlas informales) hemos recibido esa pregunta como consulta, y la respuesta es no, y en cada oportunidad intentamos argumentar a favor de esta respuesta.
En estas líneas intentaremos discutir esta creencia, mito o “falso teorema”, para hacer públicos estos argumentos.
Durante varias décadas, la Geografía escolar tanto en el nivel primario como secundario se mantuvo sin cambios sustanciales; sucesivas generaciones de estudiantes aprendieron los mismos temas y con los mismos métodos.
Es posible que los lectores asocien sus clases de Geografía con la memorización de datos, la descripción de los lugares y la localización de
montañas, ríos y capitales. Sin embargo, en los ámbitos académicos, los geógrafos hace tiempo que se ocupan de investigar nuevos temas,
se formulan interrogantes sobre problemáticas territoriales, ambientales y sociales, y desde otras perspectivas teóricas intentan elaborar renovadas explicaciones e interpretaciones a las aceleradas transformaciones y los conflictos territoriales del mundo actual.
¿Qué conocimientos deben tener los maestros para enseñar Geografía de manera renovada? ¿Solamente conocimientos disciplinares
actualizados? ¿Qué lugar ocupa la Didáctica específica en la formación de grado? ¿Qué relaciones se establecen entre el enfoque disciplinar
y la propuesta de enseñanza resultante? ¿Qué nuevas finalidades tiene la Geografía escolar? ¿Cómo deben ser las propuestas educativas coherentes con las nuevas finalidades?
En este artículo se pretende aportar algunas respuestas a estos interrogantes, y se espera que también a otros que seguramente los lectores
se formularán.
Pensar la escuela y la intervención del maestro comunitario desde el concepto de integración educativa se ha transformado en una especie de columna vertebral en lo que refiere a la aplicación del Programa Maestros Comunitarios (pmc) en nuestra escuela.
Creemos con firmeza que para favorecer el desempeño escolar de los niños que integran el pmc, es necesario recorrer un camino que permita
ir construyendo en el niño una matriz de fortalecimiento de la autoestima. Consideramos que algunos indicadores que se utilizan para medir
el impacto del pmc, por ejemplo, la incidencia en las repeticiones, no dan cuenta plenamente de los muy importantes procesos que realizan
los niños y las familias que integran el programa.
Muchas veces, estos procesos no coinciden con una promoción.
Entendemos que el cotidiano accionar en estos grupos, donde los niños y las niñas ocupan un rol grupal diferente, contribuye al tránsito escolar por otro lugar en el que dejan de ser invisibles, problemáticos, apáticos, agresivos.
Las posibilidades del pequeño grupo, con niños y niñas de todos los grados, permiten un tiempo docente para atender sus demandas. Este
acercamiento habilita realizar acuerdos precisos de trabajo, que hacen posible avanzar positivamente hacia los objetivos del pmc y hacia los
objetivos de la institución educativa.
A diario escuchamos que vivimos en un mundo cada vez más complejo. La realidad nos desafía a seguir imaginando, desde nuestro lugar, que hay un mundo
que necesita seguir siendo transformado y nos compromete en su realización.
¿Es algo que podamos hacer solos? Ciertamente no. Es hora de que los responsables políticos asuman que la Educación necesita de su compromiso, y por eso hemos repetido hasta el cansancio que la Educación debe ser entendida como política de Estado y no de gobierno, y que debe ser acompañada de otras medidas
que no tienen que ver solamente con la escuela y con el hombro del maestro que tantas veces se ha hecho cargo de la emergencia social.
Quehacer Educativo te ofrece acceder a Radio Butiá
La FUM-TEP ha logrado un acuerdo pionero en Latinoamérica, para crear una APP exclusiva para suscriptores de Quehacer Educativo.
Les presentamos a Radio Butiá.
Una plataforma digital que transmite las 24 horas, canciones y cuentos para nuestros niños, niñas, y todos aquellos que quieran disfrutar de propuestas nacionales y latinoamericanas, con calidad artística y educativa.
La idea es brindar esta herramienta para promover la inclusión y promoción del arte, música, literatura y la canción infantil de calidad cultural, en los centros educativos, valorando la expresión y la creatividad.
Como forma de promover niños y niñas sensibles, capaces de manifestar sus sentimientos, de elaborar sus pensamientos y de desarrollar creativamente sus ideas mediante el desarrollo pleno de sus potencialidades, apostamos a que crezcan en libertad de expresarse en todas sus dimensiones.
La Secretaría de Servicios, informa sobre el procedimiento para la adjudicación de las Cabañas y los Dormitorios de las Colonias de Vacaciones de FUM-TEP para Semana de Turismo:
Para todas las Colonias: Jaureguiberry, Bella Vista y Puimayen
la inscripción se realizará a partir del MARTES 26 DE MARZO, a las 15:00 horas.
La adjudicación se realizará POR ORDEN DE LLEGADA,
Los afiliados de todas las filiales se podrán inscribir en forma personal en la Secretaría Administrativa de FUM-TEP (Casa del Maestro -Maldonado 1170), o vía telefónica (2901 3987), a partir de las 15:00 horas.
Una vez inscripto el afiliado tendrá 48 horas para abonar el 50 % de la estadía. El otro 50 % se abonará una semana antes de concurrir a la Colonia adjudicada. O puede abonar el total de la estadía dentro de las 48 horas una vez hecha la reserva.
Los afiliados de Montevideo deberán abonar en la Secretaría de FUM-TEP (en efectivo o con débito de Redbrou) y los compañeros del interior deberán hacerlo a través de un GIRO POSTAL por el Correo Nacional, con destinatario FUM-TEP.
Los precios son los mismos que figuran en la página web para la Temporada Alta 2018-2019 y se adjuntan.
SECRETARÍA DE SERVICIOS DE FUM-TEP
La intervención del maestro de apoyo escolar en la escuela común, tanto en primer ciclo como en el nivel inicial, se enriquece enormemente del trabajo dentro del aula y junto al maestro de clase.
Para garantizar el acceso al conocimiento en condiciones de igualdad de oportunidades, es fundamental la planificación de sistemas de
apoyo que tiendan a eliminar las barreras físicas, sensoriales, afectivas y cognitivas para el acceso al aprendizaje.
Es así que al momento de planificar los dispositivos de intervención, en el marco de una planificación que parte de contenidos programáticos
jerarquizados y de una evaluación diagnóstica que marca las necesidades a atender en el grupo, los maestros nos enfrentamos al siguiente
desafío, plasmado en la presente interrogante:
¿Es posible atender a las diferentes modalidades de aprender de nuestros estudiantes, sin desatender las necesidades grupales?
En la cultura maliké (región occidental de África), la diversidad es un valor que significa interacción para el beneficio mutuo; mientras
que en las sociedades occidentales, la diversidad resulta un antivalor.
Sin ahondar en dicha discusión y en todos los entramados conceptuales que subyacen a Reflexión y construcción de aprendizajes desde el aula
dicha afirmación, está claro que los docentes nos enfrentamos al enorme desafío de atender las diversas modalidades de aprendizaje de
nuestros alumnos.
Si bien inicialmente esto puede ser percibido por el docente como un escollo, se puede transformar en una oportunidad para el crecimiento
de todos los integrantes del grupo.
Desde un encuadre ético que aspira a lograr que cada uno de nuestros estudiantes cuente con la mayor cantidad de oportunidades para acceder al conocimiento, un currículo flexible organiza su enseñanza considerando las diferencias sociales, culturales y de estilos de aprendizaje, apostando a un proceso rico en avances y sin perder de vista los resultados.
Sería necesario, imprescindible quizá, preguntarnos acerca de qué conceptos, prejuicios, ideas subyacen en nuestras prácticas docentes,
qué temores, qué emociones se movilizan en nosotros cuando nos encontramos con un estudiante que interpela nuestro quehacer docente, que nos enfrenta a la incertidumbre o al desconcierto de no saber cómo comenzar a trabajar con él.
Solo si podemos tomar contacto con aquello que nos genera incertidumbre, temor, rechazo, dolor podremos tener el valor ético y personal
de trabajar en ello, en pos de cumplir en forma honesta nuestra labor profesional de enseñar.
Desde comienzos de 2014, en la revista QUEHACER EDUCATIVO se cuenta con un espacio en el que los maestros comparten experiencias
de aula que reflejan la intención de brindar posibilidades de aprendizaje a todos los sujetos que allí asisten, más allá de la inexorabilidad
de los determinismos socioculturales sobre los aprendizajes. Diferentes propuestas se han gestado, se han compartido, y se han podido leer en
los diferentes números de la revista en estos años.
Además se convoca a colegas que dan luz teórica a estas cuestiones, reflexionan sobre las prácticas educativas en articulación con la teoría. Tras dos años de compartir este tipo de artículos se culmina el presente año lectivo con una mesa redonda, donde los convocados a seguir reflexionando en torno al tema Educación e Igualdad son amigos de la casa: Doctor en Educación Pablo Martinis, Maestro y Licenciado en Educación Sebastián Valdez, Maestra Inspectora Nacional de Educación Especial Carmen Castellano, Maestra Inspectora Regionalizada de Educación Especial Rosamaría Tiscordio, Maestra Directora Carmen Seveso, Maestra Gimena Navarro y Maestra Directora Laura Battaglia.
Los artículos que se publican en la revista, que llevan un proceso de reflexión y debate previo a su edición, así como la instancia de mesa
redonda, son espacios que apuntan al trabajo colaborativo entre los diferentes agentes de la educación, posibilitando así «participar de un pensamiento distribuido (...), donde el proceso no es jerárquico, sino asentado en la participación y ayuda mutua entre iguales sin la matización de posiciones asimétricas asociadas a la jerarquía convencional» (Pérez Gómez, 2012:163).
En el marco del derecho a la igualdad y del respeto a la singularidad, se busca entonces «...generar prácticas genuinamente alternativas y, por qué no, emancipatorias» (Baquero, 2012:19)