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En esta oportunidad presentamos el trabajo de una secuencia sobre mitos griegos para alumnos de sexto grado, que se llevó adelante en la  modalidad mixta de virtualidad y presencialidad. Comenzamos en plena pandemia por lo que, para adentrarnos en el tema, las actividades fueron mayoritariamente de lectura y de búsqueda de información. Al retomar la presencialidad, se recuperó todo lo trabajado en la virtualidad y se planteó la propuesta de escritura y la intervención en ella.
La mitología griega nos permite abordar un tema que nos posibilita comprender y explicar muchos aspectos de nuestra cultura, tanto de la propia lengua como de nuestra herencia de dichos y, por ello, de muchos sentidos cotidianos. Es un tema muy amplio que permite el planteo de diversas actividades, por lo que se hace necesario un recorte claro de la temática en la que vamos a enfocarnos y de la propuesta de escritura que pretendemos plantear con esta secuencia.
Algunas ideas para trabajar en clase con los mitos griegos pueden comprender desde enfocarse en los seres inmortales, los dioses y sus guerras por
el poder del Olimpo, o en sus héroes mortales y las aventuras que de ellos se relatan, hasta la relación entre ellos y las diferentes consecuencias.
En esta ocasión se presentaron textos sobre algunos monstruos de esta mitología, esos seres que se presentan de modo maligno y que interpelan las
ideas con las que los alumnos pueden llegar a clase debido, generalmente, a películas con un enfoque muchas veces más infantilizado del personaje.

Publicado en Revista 162

En los últimos años, la evaluación ha cobrado un lugar de mayor relevancia en el discurso sobre la educación en Uruguay. En particular, la participación en evaluaciones estandarizadas internacionales y regionales como PISA y TERCE permite que Uruguay obtenga resultados que son comparables con los demás países participantes. Al evaluar el desempeño de los estudiantes uruguayos con un parámetro externo, se pueden complementar las tendencias nacionales y ajustar las propuestas curriculares nacionales.
Al mismo tiempo, el análisis comparativo habilita prestar atención a los resultados de otros países que hayan implementado alguna acción, programa
o política exitosa, que puedan ser de interés para nuestro país.
En Uruguay, en el año 2017 se realizó la primera aplicación de Aristas, la evaluación nacional de logros educativos del INEEd, en primaria. En el año 2018 se presentó el informe de resultados sobre esta evaluación, realizada en Lectura y Matemática, en tercer y sexto grado de primaria. Además, en el año 2019, el INEEd presentó Aristas en clase, una herramienta para que los maestros también puedan evaluar a sus grupos de alumnos con una prueba similar a la de Aristas, y comparar los resultados de su grupo con los obtenidos en el ámbito nacional en 2017.
A partir de las actividades que integran Aristas en clase, que abarcan distintos grados de complejidad, es posible identificar algunos procesos cognitivos que se ponen en juego en la resolución de dichas actividades. Asimismo, se pueden utilizar para organizar secuencias didácticas que habiliten el trabajo en torno a las habilidades matemáticas involucradas y también otras, teniendo en cuenta distintas variables didácticas.
En este artículo se presentan algunos ejemplos de actividades incluidas en Aristas en clase de tercer grado de primaria. Partiendo de dichas actividades, se analiza cómo es posible usar la información que proporciona la evaluación estandarizada y capitalizarla para adaptar las tareas a la propia práctica de enseñanza. A pesar de que las actividades fueron propuestas para tercero de primaria, esto no implica que no puedan tomarse como punto de partida para la elaboración de secuencias de otros grados.

Publicado en Revista 161

El primer artículo, “Derechos y oportunidades en la alfabetización inicial” por María Claudia Molinari, analiza las diferentes decisiones político- pedagógicas que rodean la alfabetización inicial, la evaluación de los alumnos como ciudadanos portadores de saber y las posibilidades que ellas brindan. Poner a prueba y transformar las conceptualizaciones no convencionales sobre la escritura es un derecho no siempre reconocido en
las propuestas y situaciones de enseñanza. Desde un marco constructivista se analizan algunos textos que, a través de propuestas que implican a la Literatura, fueron producidos por alumnos de educación infantil. También se analiza un fragmento de las interacciones en el aula en situación de escritura por los niños. La interpretación de los procesos de construcción conceptual en los alumnos es central para comprender el valor de las transformaciones en las concepciones y en la escritura infantil. Es así que se destaca la importancia del tipo de problemas que los educadores necesitan plantear en las situaciones de enseñanza. Sobre el final se explicitan algunas discusiones teóricas con la perspectiva de conciencia fonológica y las neurociencias.

En el segundo artículo, “Literatura e infancia” por Leticia Albisu, la autora realiza un recorrido histórico de la Literatura, desde que los niños no eran sujetos de derecho, cuando no se pensaba en ellos como destinatarios de obras literarias. En el siglo XVIII se comienza con las recopilaciones orales
de historias del folclore, aparecen los primeros autores que de la tradición oral rescataron y reunieron obras dirigidas a niños y jóvenes. Son las que
conocemos como los cuentos clásicos. También se extiende sobre la selección de las adaptaciones de los clásicos y la necesidad de aprender sobre su
calidad literaria, buscando que no se pierda el valor de las obras originales.

El tercer artículo, “Literatura y escuela” es producto de la evaluación de un curso dentro de una maestría de la Universidad de La Plata realizado 
por Milagros Blanc y Carolina Saint Esteven, y surge de la observación de la práctica de la intervención docente planificada. Este trabajo transcribe
minuciosamente las preguntas abiertas de las docentes y las respuestas de los niños antes y después de la lectura. El objetivo de la lectura
del cuento en cada grupo no es que los niños conozcan la historia, sino se trata de profundizar en el sentido de las palabras. Resulta interesante, ya
que muestra el modo de las preguntas y el respeto por las respuestas.

El cuarto artículo, “Los clásicos y la convivencia. Secuencia e intervención docente” nace de la colaboración entre la maestra de sexto grado Paola
Laffratta y la formadora Graciela Portillo, en el marco del proyecto Formación en Territorio de PAEPU en una escuela de tiempo completo de Rocha. La
propuesta es una secuencia didáctica sobre la lectura de un clásico, que forma parte de la planificación anual donde la recursividad en el tratamiento de los géneros se plantea como modo de lograr aprendizajes. Se trata de aprender sobre las maneras de organizar las palabras en los discursos literarios. La obra fue seleccionada por su valor literario, por la adecuación al nivel y la pertinencia de que se atiene al programa escolar de sexto grado. Para realizar la secuencia se tuvieron en cuenta las tres dimensiones en la enseñanza de los géneros: la comunicativa (uso), el tratamiento del contenido (sentido) y la composición lingüística (forma), que deben ser diferenciados didácticamente y abordados como tales. El análisis sobre la convivencia y el perfil de los personajes que surgen de la lectura fueron motivo de comentarios especiales en clase.

El último artículo, “Enseñar lengua en la virtualidad en cuarentena” por Dora Riestra, surge en plena pandemia cuando, ante tareas acordadas en el
intercambio con sus nietas, la autora descubre que ni la de ocho ni la de diez años de edad tienen conocimientos de Gramática. Los invito a leer el artículo de la profesora Riestra quien, luego de que las niñas escucharan un cuento leído por ella, les planteó dos consignas: escribir un resumen corto a partir del cuento escuchado (es decir, de qué trata la historia) y encontrar en Internet cuántas clases de palabras hay en nuestra lengua, con el objetivo de conocer el desarrollo real sobre comprensión y escritura para avanzar al desarrollo próximo posible. Se instrumentó el trayecto didáctico del uso a la forma y de la forma al uso, que es imprescindible para incorporar los conceptos gramaticales en la funcionalidad de la Lengua. Entre la emoción de la literatura y la racionalidad de la reflexión gramatical se trabajó para lograr el dominio del lenguaje.


Olga Belocón

Publicado en Revista 160

La escuela debe enseñar a expresar opiniones, ya sea en el discurso oral o mediante la escritura.
Hemos querido detenernos en la libertad de expresión. Hacer uso responsable de la libertad en una sociedad democrática implica saber que, si bien tenemos derecho a expresarnos libremente, este derecho (como todos) implica un compromiso. Para poder “decir” una opinión pasamos por un proceso en el cual primero debemos estar informados (no se puede opinar de algo que se desconoce). Luego de realizar una búsqueda consciente en diferentes fuentes de información, de escuchar a quienes nos rodean pidiéndoles que nos hagan saber sus puntos de vista acerca de un tema en particular y, posteriormente, hacer una reflexión personal al respecto, nos enfrentamos a la tarea de formar nuestra propia opinión y recién en esa etapa estamos listos para un nuevo desafío: decir lo que pensamos. En este “decir lo que pensamos” se hace necesario saber el “cómo se dice” y, en este caso particular, nos vamos a enfocar en el “cómo se escribe para poder decir”. 
En esta instancia queremos compartir una secuencia de enseñanza en sexto grado en el Área del Conocimiento de Lenguas, en el campo de la Escritura, vinculándola con el Área del Conocimiento Social, en el campo de la Construcción de Ciudadanía.
El género elegido en esta secuencia ha sido “columnas de opinión”. Para ello, en el área de Ciencias Sociales se trabajó previamente el concepto de Libertad y sus atributos, los diferentes aspectos de la misma y todo lo que ella implica (conocimiento de derechos, deberes y obligaciones, responsabilidad, conciencia de la importancia de nuestros actos tanto con la sociedad como con el ambiente, el cuidado personal y de los demás, el uso consciente y responsable de las redes sociales, etc.). Luego nos enfocamos en una de las aristas de la Libertad: la libertad de expresión.
Nuestro principal objetivo era lograr que los alumnos interpretaran y produjeran textos con énfasis en el género argumentativo siendo conscientes de los recursos lingüísticos necesarios para la disuasión, y también crear en ellos la autonomía necesaria para vivir en una cultura democrática, plural y crítica. La secuencia de enseñanza apunta a desarrollar competencias tanto en el Área del Conocimiento de Lenguas como en el Área del Conocimiento Social.

Publicado en Revista 159

El título de este artículo pretende dar cuenta de una realidad escolar, de un estado de situación; por un lado, la afirmación, sí, claro que pueden
explicar en las clases de Matemática y, por otro lado, la pregunta, los niños... ¿pueden explicar en la clase de Matemática? Pregunta recurrente en
los colectivos docentes en formación, cuando se presenta la explicación como uno de los haceres propios de la Matemática.

¿Qué es explicar en Matemática?
«Explicar en la clase de matemáticas. Que los chicos expliquen. Que argumenten. Que puedan encadenar las razones que validan sus procedimientos,
sus resultados, sus conjeturas. Que se encuentren con los fundamentos del trabajo que realizan. Que desentrañen la lógica interna de las situaciones a las que se les convoca. Que toquen la raíz. Que se sientan con capacidad –con libertad, con autoridad– para intervenir sobre el conocimiento. Que produzcan ideas usando ideas.» (Sadovsky, s/f)
«En Matemática decimos que se explica cuando se producen razones, cuando se establecen relaciones pertinentes entre conceptos matemáticos, sin
perder de vista el objeto que interviene en esta explicación. » (Rodríguez Rava y Arámburu, 2016:112)

Entonces, que expliquen, que argumenten, que den razones, que encadenen razones no es una práctica que sucede cuando decido que en mi clase
“ahora se explica”; no surge espontáneamente, sino que es un quehacer que se construye a lo largo de todo el ciclo escolar, de Inicial a sexto grado
y, por lo tanto, es responsabilidad del colectivo docente que esto ocurra. No es fácil, ni se da de un día para el otro, sino que necesita de un colectivo
comprometido que considere la explicación como un “hacer” a enseñar.
Para que esta práctica se instale en el aula, para que sea un “hacer” que viva en la clase, en la escuela, el maestro necesita pensar y proponer
actividades para enseñarla en un contexto de clase de Matemática como tal. Es decir, pensar y gestionar la clase de Matemática como un espacio en
el que el niño disponga de un tiempo íntimo con el problema, que se valoren sus producciones, se las comparta y confronte con otras habilitando así,
poco a poco, las explicaciones.

Publicado en Revista 159

Como grupo de trabajo nos propusimos pensar la enseñanza del sistema nervioso enmarcado en la función de relación, y para ello nos pareció oportuno ingresar desde la acción de las drogas, tema crucial para los adolescentes por su cotidianidad, porque despierta su interés e incentiva su motivación. Precisamente se trata de un problema social que afecta principalmente a los adolescentes, etapa en la cual están ingresando nuestros alumnos. Consideramos necesario brindarles los conocimientos científicos que les permitan tomar decisiones para actuar de manera responsable.
Es pertinente «hacer consciente al alumnado de que el conocimiento científico nos aporta criterio a la hora de actuar de manera responsable para adoptar actitudes de vida saludables» (Badia, 2011:69).
La secuencia que presentamos se llevó a cabo en dos grupos de sexto grado de escuelas de Canelones Oeste y de Florida; el desarrollo de las actividades abarcó todo el año lectivo.
Se seleccionó el contenido “El ambiente y la salud. Las adicciones”.
Como objetivo se planteó analizar el efecto de las drogas sobre el sistema nervioso con el propósito de:
► profundizar en el funcionamiento del sistema nervioso,
► identificar las células que lo forman,
► analizar la sinapsis neuronal,
► investigar –a partir de los efectos visibles de las diferentes drogas– sus mecanismos internos de acción sobre el sistema nervioso y sus efectos en
la relación con el medio.

Publicado en Revista 158
Sábado, 26 Noviembre 2022 17:28

Dile no a las drogas ¿Sabes por qué?

En este artículo se presentan los análisis, las reflexiones y decisiones tomadas en dos grupos de sexto grado de una escuela APRENDER, al desarrollar
la problemática del consumo de drogas y sus efectos en el sistema nervioso. Desde las ciencias naturales se muestra un posible abordaje, el que fue
necesario llevar a cabo con estos alumnos. Los problemas relacionados con el uso de sustancias (sean estas legales o ilegales) despiertan gran interés social, afectan las interrelaciones cotidianas en las comunidades e impactan muchas veces en la convivencia escolar.

Es necesario reconocer que nos involucra emocionalmente y nos vemos en la necesidad de asumir la responsabilidad de implicarnos, ya que afectan la
vida institucional e inciden no solo en las posibles reacciones personales de sus actores –ya sean estos alumnos, docentes o padres– sino, fundamentalmente, en la escolaridad de los niños y jóvenes.

Publicado en Revista 158

Este artículo parte de la experiencia compartida con una maestra de sexto grado de una escuela de tiempo completo en el departamento de Rocha, durante un trimestre de la Formación en Territorio de PAEPU, cuyo propósito era la planificación y puesta en práctica de una secuencia de lectura y de escritura, trabajando una obra literaria desde el género.
La maestra seleccionó un cuento clásico, El flautista de Hamelín, de los Hermanos Grimm. Fue necesario tener en cuenta varios aspectos: 

► ¿Por qué era pertinente trabajar ese género? 

► ¿Qué elementos debía conocer el alumno para adentrarnos en su estudio?

► De acuerdo con la riqueza del texto, ¿qué contenidos se iban a seleccionar para enseñar? Para eso se debía hacer un recorte del cuento.

► Después de hacer el recorte había que enfocarse en los aspectos estilísticos (modo de decir del género), lingüísticos (léxico y construcciones sintácticas) y enunciativos (lugar desde donde se enuncia el texto).

► Luego fue necesario pensar qué se quería que el alumno escribiera. Para ello se debían pensar consignas adecuadas para guiar el proceso. 

► Finalmente se determinó qué se iba a mirar en esas escrituras y qué hacer con ellas.

 

 

Publicado en Revista 156

Se acordó que la idea de energía a manejar en sexto grado como una primera aproximación sería: Todas las formas de energía tienen la capacidad
de producir efectos, cambios o transformaciones; se trata de una propiedad del sistema y no de un cuerpo aislado.
De esta manera se avanzaría desde la idea –manejada en los primeros grados– de que la energía “hace cambios”, hacia la idea de que además tiene
la capacidad de producirlos, centrando el análisis en el sistema implicado. Así se minimizarían los riesgos de obstaculizar una comprensión más adecuada en años posteriores. Al diseñar la enseñanza se resolvió tener en cuenta que: 
► La energía es una idea científica creada para explicar el mundo, no un objeto real.
► Es una propiedad general de los sistemas que sirve para caracterizarlos, porque nos proporciona una idea de la capacidad que tienen esos
sistemas para “hacer” algo. 
► Puede transferirse de un sistema a otro y transformarse de una forma a otra.
► En ese proceso se degrada.
► Puede medirse, es una propiedad cuantitativa de los sistemas.
Desde el punto de vista didáctico se priorizaría el trabajo con ejemplos paradigmáticos para favorecer el proceso de modelización, de la elaboración de ideas con las que los alumnos intentasen explicar la realidad.
Al analizar las implicancias didácticas de la clasificación de la energía mecánica que el programa requiere, se consideró importante: 

- resaltar que la energía puede encontrarse almacenada –energía potencial– para favorecer su conceptualización como capacidad de producir
cambios;
- incluir situaciones en las que se apreciase la posibilidad de cambios aunque estos no se estuviesen produciendo, como indicador de que los
cuerpos/sistemas implicados tienen energía. (cf. García-Carmona y Criado, 2013).

Publicado en Revista 156

En el año del mundial de fútbol, con motivo de la conversación mantenida con un futbolista acerca de su preparación física, algunos niños empezaron a
preguntarse sobre ciertos dichos del profesional, en particular: ¿qué es la energía?, ¿y la temperatura? 

Si consideramos que los niños «a partir del lenguaje y las experiencias de la vida cotidiana (...) hacen descripciones y dan explicaciones» (Dibarboure
y Rodríguez, 2013:8), era necesario comenzar por aquellas que pudieran “encender” otras experiencias en vínculo directo con la construcción de
ideas científicas escolares. Por este motivo se les solicitó que cada uno escribiera un enunciado que expresara cuándo y dónde usaba la palabra “energía”, y otro enunciado que diera cuenta de dónde o cuándo usaba el término “temperatura”. Se buscaba visibilizar sus miradas.

Generalmente, la energía se suele tratar como un tema que pertenece a sexto grado. Sin embargo, en las actividades realizadas se permite apreciar que es preciso “romper” con esa idea para poder abordarla en todo  el ciclo escolar, con la profundidad necesaria, a fin de ir posibilitando que desde edades tempranas, los niños incorporen los rasgos distintivos del término, sus propiedades.
Si bien no es un camino fácil de transitar, puesto que es difícil deconstruir algo que está instaurado y muy aferrado como una cuestión común, es posible siempre y cuando los docentes nos atrevamos a pensar, diseñar, repensar, volver a diseñar propuestas que aborden la temática más allá del grado escolar.

Publicado en Revista 156
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