El proyecto se lleva a cabo en una institución educativa, que contaba con ejes transversales: "educar para la vida ciudadana y para formar ciudadanos responsables y comprometidos con el contexto en que nos encontramos insertos".
Se planifica para colaborar con la construcción de vínculos inter-generacionales, sabiendo del enorme potencial creativo y del compromiso profesional que tienen los maestros y las maestras con la comunidad educativa en la que les toca desempeñar sus funciones. Además, se visualiza el potencial de las generaciones adultas para enfrentar los nuevos desafíos que la sociedad actual les va presentando, si se les brinda el espacio y la oportunidad de desarrollarlo.
Aprender a vivir juntos es uno de los pilares de la ciudadanía democrática, y forma parte de la ética profesional desarrollar proyectos educativos para poderlo practicar, aspecto que se propuso el colectivo docente.