Es muy importante la incidencia del Jardín de Infantes en el desarrollo del lenguaje infantil.
Con la mediación de la maestra (como adulto referente y modelo) que propicia los estímulos adecuados, ese lenguaje rudimentario que el niño trae al ingresar a la institución educativa a los tres años, va adquiriendo mayor desarrollo.
En el Jardín (etapa de tres a cinco-seis años) se crean las condiciones más favorables, convirtiéndose en el contexto apropiado para que todos los niños y niñas tengan posibilidades de dominio del lenguaje.